El periodista habló luego de la despedida final de su colega y legisladora porteña y se lamentó: «su desaparición nos dejó sumidos en la oscuridad».
Los restos de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin fueron despedidos por última vez ayer en el cementerio de Chacarita, con una gran concurrencia de familiares, amigos, compañeros de la política y colegas del Trece y TN. Uno de ellos fue Julio Bazán, que, visiblemente conmovido y con «mucho dolor», la recordó: «La conocí durante décadas y ella irradiaba una luz, iluminaba de tal forma cada ámbito en el que trabajaba, en el periodismo, en la política… Y su desaparición nos dejó sumidos en la oscuridad. Es imposible que a todos nos quieran todos, pero a Débora la queríamos todos. Son personas elegidas. Y la manifestación de eso es el dolor popular», señaló en diálogo con LN+.
Además, el cronista no escapó a las extrañas circunstancias en las que se dio la muerte de la legisladora porteña: «Ayer fui al velatorio y cuando me vio, vino corriendo la madre, me abrazó llorando y me dijo: ‘Julio, me la robaron, me la mataron’. Y la incertidumbre que hay está ahondando este dolor, lo exacerba. Los familiares lo aclararon muy bien, ellos no quieren venganza pero quieren saber qué pasó», señaló, reforzando las palabras de Enrique Sacco, pareja de Pérez Volpin.
Mientras se investiga la muerte de Débora bajo la carátula de homicidio culposo, se confirmó que la endoscopia no fue grabada ya que, apenas comenzado el estudio, los especialistas tuvieron que sacar el aparato, porque el estado de salud de la paciente se agravaba. Eso impide ver mediante captura de imágenes qué fue lo que sucedió con la periodista, cuyo esófago y estomago presentaba lesiones, según confirmó la autopsia realizada en la semana.
